Anoche intenté escribirte, pero no me sentía con fuerzas. Y es que ayer fue uno de esos días que escribiría en la lista de los olvidos para que se borraran de mi memoria para siempre. Bajé del coche con la preparación necesaria para encontrarme con todo lo que no quería ver, oir, sentir... pero fue rozar el suelo con el pie derecho, porque para estas cosas todos nos ponemos un poco supersticiosos, y notar como un escalofrío recorría todo mi cuerpo. Mi melancolía me retenía vagamente intentando que no la abandonara; no podía permitir que me vieras a su lado. Pero mis ganas de abrazarte y decirte esas dos palabras que nunca han cambiado nada, crecían cada vez con más fuerza.
Notaba como a medida que pasaban los minutos me sentía más vulnerable. Intentaba no dejar que mis ojos derramaran una lágrima, una lágrima que en poco tiempo podía llegar a convertirse en un mar de desesperación que nunca encontraría su calma. Pero en seguida advertí que me acechaba un susurro que con sigilo se iba colando más y más dentro hasta llegar al centro de mi diana, esa que si te descuidas también llora a su manera. No fui capaz. Bastó una mirada perdida en los ojos más húmedos que los mios llevaban vistos esa tarde. Y empezó a llover...llovía por fuera y llovía por dentro, trayendo a mi memoria una de las letras más sinceras que he escuchado últimamente "las nubes se comprimen deshaciéndose en abrazos de agua..". Y te das cuenta de cómo cuando no son tus lágrimas las que te calan hasta los huesos, todo lo demás pierde importancia, y se inunda todo.
Me avergüenzo de no haber reunido el valor suficiente para mostrarte mi mayor escudo, el más fuerte, porque tú te lo merecías y yo me moría por poder cubrirte con él. Pero me avergüenza aun más que fueras tú quien me dedicara un puñado de palabras bonitas que me contaban la mentira más grande que jamás te había escuchado.
Tú sólo pensabas en un viaje...a donde fuera, pero lejos de aquí. Lejos de toda esta mentira que vivimos y que nos llena de vacío, de vacío cubierto de dolor y desengaño. Lejos de todos los recuerdos que te encogen el corazón hasta hacerlo un ovillo. Tú sólo querías pintar un nuevo camino que no se acabara difuminando en este gris, un camino donde tú dibujaras su sentido. Porque aquí ya nada lo tiene... Y yo en ese momento no era capaz de negarte nada, ni siquiera eso. Tan sólo te quería cuidar, abrazar... aunque no sirviera de nada. Decías que el tiempo lo haría por mi, pero me niego a arriesgarme, a arriesgarte. Promete que no tardarás.
Notaba como a medida que pasaban los minutos me sentía más vulnerable. Intentaba no dejar que mis ojos derramaran una lágrima, una lágrima que en poco tiempo podía llegar a convertirse en un mar de desesperación que nunca encontraría su calma. Pero en seguida advertí que me acechaba un susurro que con sigilo se iba colando más y más dentro hasta llegar al centro de mi diana, esa que si te descuidas también llora a su manera. No fui capaz. Bastó una mirada perdida en los ojos más húmedos que los mios llevaban vistos esa tarde. Y empezó a llover...llovía por fuera y llovía por dentro, trayendo a mi memoria una de las letras más sinceras que he escuchado últimamente "las nubes se comprimen deshaciéndose en abrazos de agua..". Y te das cuenta de cómo cuando no son tus lágrimas las que te calan hasta los huesos, todo lo demás pierde importancia, y se inunda todo.
Me avergüenzo de no haber reunido el valor suficiente para mostrarte mi mayor escudo, el más fuerte, porque tú te lo merecías y yo me moría por poder cubrirte con él. Pero me avergüenza aun más que fueras tú quien me dedicara un puñado de palabras bonitas que me contaban la mentira más grande que jamás te había escuchado.
Tú sólo pensabas en un viaje...a donde fuera, pero lejos de aquí. Lejos de toda esta mentira que vivimos y que nos llena de vacío, de vacío cubierto de dolor y desengaño. Lejos de todos los recuerdos que te encogen el corazón hasta hacerlo un ovillo. Tú sólo querías pintar un nuevo camino que no se acabara difuminando en este gris, un camino donde tú dibujaras su sentido. Porque aquí ya nada lo tiene... Y yo en ese momento no era capaz de negarte nada, ni siquiera eso. Tan sólo te quería cuidar, abrazar... aunque no sirviera de nada. Decías que el tiempo lo haría por mi, pero me niego a arriesgarme, a arriesgarte. Promete que no tardarás.
"Y cuando me marche estará mi vida en la tierra en paz. Yo sólo quería despedirme darte un beso y verte una vez más. Promete que serás feliz, te ponías tan guapa al reir..y así, sólo así quiero recordarte...ahora te toca a ti, sólo a ti, seguir nuestro viaje." LOVG.
3 comentarios:
Jo pau eres un crack... k manera de escribir..
Decirte k as exo k me emocione otra vez y esq es verdad q la tarde de ayer fue dura y creo k no eres la unica q fue kon la intentacion de mostrar nuestro escudo, xo no lo conseguimos, y alfianl nos dejamos llevar x un cumulo de sentimientos, pero weno, a partir de ahora es cuando si que no podemos bajar la guardia y tenemos q estar atentas en todo momento a lo q pueda suceder, para proteger a kien en este momento es mas debil, ante cualkier suceso, k nosotras. Toi segura de q lo vamos a conseguir, va a costar, xo estando todas unidas, mostrando nuestro apoyo y con el paso del tiempo, conseguiremos q las aguas vuelvan a su cauce, y si no es su cauce al menos a otro cercano.
Muxos besitos!!
Privi..!!! Cada dia m asombras mas..con esas palabras q salen d tu interior..y cada dia m alegro muxisimo mas d conocerte cada dia un pokito mas...y q t kiero..!! Muak privi..!!! 100 % !!!
pues si cris..pero hay q tirar hacia adelante y sobre todo muxo muxo cariño q es lo q le hace falta ahora mismo..nadie dijo q la vida fuera un camino de rosas, y sino q se lo digan a la q escribe debajo..jejeje ayyy mi zanahorita! tu si q me sorprendes cada día un pokito más, un besito!
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