martes, 15 de septiembre de 2009

Me encanta estrenar calcetines

No es que haga gracia, pero ahora me río. A veces no conviene estar serios. A veces leo sobre este fondo negro y me descojono. Después de tanto tiempo, si sigo escribiendo es porque llegada la segunda década, sigo sin resistirme a estrenar calcetines. La gente no entiende que prefiera tener los pies calientes antes que otras partes del cuerpo. Es una cuestión de manías. Como lo es que me guste el invierno si la excusa del frío sirve para pegarme un poco más a ti. A mí es que las estaciones intermedias me agobian un poco, deberían inventar calcetines para otoño y primavera. Porque tú me dirás cómo voy a poder seducirte, si tengo los pies destemplados.


Me voy,
lo más lejos... a tu lado.

sábado, 20 de junio de 2009

Ecléctico

Hace más de un año que dejé de llevar piercing. Esta mañana lo he encontrado en la caja de planes astrosos, justo al lado de una de sus pulseras. Ha entrado a la primera. Supongo que hay agujeros que nunca terminan de cerrarse... Otros sí.
Después de todo, algo he aprendido de arte. De tu Arte, básicamente. Que quizás no pese tanto como ese dichoso collar de perlas, pero que en el fondo, es Arte. Aunque me cueste el aprobado utilizar una A mayúscula y no el nombre de algún rarito que supo desencajar perfectamente en la estética de su época. Si a estas alturas me da igual, que sea el Arte de lo absurdo. Del dadaísmo. Una perla de Duchamp que lo rompa todo y siga sin cambiar nada. Nada de nada. Fíjate, si al final de la escapada seguimos aquí los dos. Tú pidiéndome un plato de albóndigas. Yo escribiendo sobre el mismo fondo negro que va a terminar destiñéndome las letras. Y el alma, si no lo hace alguien antes...




Y qué le voy a hacer, si siento la misma debilidad por estrenar calcetines que por Vega. Y esto es un temazo.

martes, 16 de junio de 2009

Guiones anémicos



Lo que nos hace falta es un buen plan. Y dejarnos de casualidades insensatas que no ascienden mucho más allá de las escaleras infinitas de tu calle. Que vas a emborronarlo todo, con estas apariciones esporádicas, como escenas mudas en una película de Coixet en la que a nadie le queda ya nada escrito en los guiones. Si te lo estoy gritando todo. Desde aquí, desde dentro. Desde que es enfermizo mirar los tres agujeros que tiene tu ombligo. Pero aunque no te lo creas, hoy no me apetece tanto que me dejes hacerme la cuerda en tu vida. Relax, entertainment.

lunes, 25 de mayo de 2009

No tocar: Alta tensión


Las persianas se han vuelto rojas. Y yo voy a reventar este despertador contra la pared. Cualquier día de estos. Cualquier mañana de éstas que vuelva a hacerte desaparecer tan de repente. Y esa voz... esa maldita voz que no hace más que recordarme a ti. A tus perdiciones. Tus señoritas. A nuestras bajadas al infierno en las que yo me sigo muriendo de frío. Tú te templas, y agarras unos cuantos kilos de temperatura máxima, los suficientes para ir tirando. Los necesarios para que, al mismo tiempo, yo me reduzca a grados bajo cero, sin entender todavía muy bien los fundamentos de las leyes físicas.
Últimamente la gente que me cruzo en los pasillos se santigua. Puede que sea yo, que nunca he sabido controlar el volumen de los pensamientos. Que los decibelios empiezan a ser demasiado lujuriosos. Puede que me hunda, si me sigues calentando las ganas. Y aquí la gente mira raro, cuando les destrozas sus esquemas predeterminados.

"Matemáticamente el amor es un error... siempre fui de letras, así son las cosas..." Luis Ramiro

jueves, 7 de mayo de 2009

Los efectos desastrosos del cambio climático

¡Que viene! ¡Que viene! Rápido, escóndete. Cierra los ojos y quizás así, no pueda verte. Quizás no pueda siquiera tocarte. ¿Porque sabes lo que pasaría, verdad? Las manos. Esa puta manía con las manos. Que te rozan la piel y te atraviesan el alma. Y qué frío, joder, qué frío. Que apenas tienes veinte años y te han dado vuelta a la vida. Así, con la razón en los pies y el sinsentido rellenando el hueco que ha quedado en tu cabeza. Si casi no te has dado cuenta. Si casi es ahora cuando te estás dando cuenta. Y en realidad te gusta. Te encanta. Ahora que te incendian la nieve. Que te tocan por fuera y ardes por dentro. Qué calor, las manos, qué calor. Acarician como una tormenta de verano y... Ya está; tocado. Hundido.


"Oh baby, baby it's a wild world... it's hard to get by just upon a smile." Cat Stevens

domingo, 26 de abril de 2009

Tu labio superior

He hecho tostadas para desayunar. El sabor dulce de la mermelada para noches amargas como las de esta semana. No es tan raro, cuando te has acostumbrado a tomar el café sin azúcar. El sol sin tu labio superior. Las ganas de que me rocen tus pestañas mientras te sacudes las migas del jersey. Y a esas amantes locas también, en los bares de cada viernes. En los baños. Sabes que no deberías jugar entre faldas si estás queriendo a alguien. No es justo. Ni pintarme esos labios rojo pasión que me enloquecen las mañanas de los domingos.

"Tal vez no debí dejar que jugaras con mi falda... qué difícil es guardar la distancia adecuada..." Christina Rosenvinge

miércoles, 25 de marzo de 2009

Nouvelle vague

Últimamente va de domingos astrománticos. Rojos, además. ¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo? Ya he hablado de ellos alguna vez. Los domingos son para los valientes. Y a mí últimamente me dan un miedo terrible. Será porque se quedan los impulsos. Los segundos, los latidos. Todos los latidos. Y mientras tanto, usted conserva esa voz que, sin saber cómo, se ha colado en su cabeza y sigue hablando, y hablando, y hablando; y recordando... Hasta que duele. Hasta que lo rompe todo. Porque estamos a martes y sigue sin haber respuestas. Y yo ya no puedo hacer más si este más siempre resta.