miércoles, 18 de febrero de 2009

Calabobos


Que te escurras, que te arrastres, que te eches a lavar como un trapo sucio. A dar vueltas. A revolverlo todo. A descoser todos los petachos para ver si así hacen menos daño. Salir de fiesta y follarte al primero que pase. Que no centrifuga, pero suaviza. Nunca imaginaste llegar a ser ese tipo de persona, pero últimamente no hacen más que hablarte de almas prostituidas. De compromisos que ni comparten ni prometen. Y ahí estás tú, empapándote por dentro por no humedecerte por fuera. Si ni siquiera usas paraguas.
El silencio es la primera gota que cae sobre tu cara. El silencio es lo sencillo. Y lo difícil también, cuando intentas sacudirlo un poco para que caiga al suelo. Que resbale por tu mejilla y se pierda por tu cuerpo. Eso es. Esa eres tú. Deslizándolo hasta los tobillos, que nadie pueda verlo. Entendiendo que las cosas están ahí, pero un día cualquiera se van. Y tú te quedas en el rincón de siempre. Con las preguntas de siempre. Sin las respuestas de nadie. Yo te pongo a Marlango y agitamos un poco la luna.

"Will you rescue me... will you soften every blow? And will you know when it will hit me? will you rescue me... is all I need" Sarah Bettens.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

has vueltooo!!! =)

ara voy a leer jajaja.

besos

marmotilla

M. dijo...

hey, eso... me puso a pensar,
el silencio... las preguntas sin respuesta...
las cosas que se van, desaparecen de tu vida y nunca vuelven, que deseas que vuelvan, pero no lo hacen... como un amigo de infancia o la inocencia.

mayela

Saltinbanqui dijo...

El silencio despues de una pregunta es como la peor de las tortura.
Me alegro de lo de tus notas.

:)