Hacía tiempo. Mucho. Muchísimo. Y hacía frío. Y lluvia. Y ahora, los colores que se habían desteñido, vuelven a ser los mismos de siempre. Hacía tiempo que no te miraba mientras dormías. Que no te contaba los lunares de la espalda. Ahora estamos en la mitad mala de la semana y no me salen las cuentas. Pero hace sol. Y con sol parece que salen las cosas. A mí me ha salido decirte que no quiero volver a estar así. Pero también he pensado que me gusta abrazarte, sonreírte y hacerte café los domingos por la mañana.
"Mil vueltas sobre la almohada, me pongo el mundo al revés... por qué será que siempre fallan mis ganas de hacerlo bien..." Vega.