Bonito a los ojos. Mmm... sí. Definitivamente me alegras la vista. Ni te conozco ni quiero conocerte. Y te aseguro que ya has hecho por mí más de lo que han hecho personas a las que conozco más de lo que debería... No sé cómo te llamas ni si eres de aquí o de allá; estos últimos meses lo único imprescindible ha sido verte aparecer (casi) de sorpresa. Te lo escribo entre paréntesis porque ya que lo único que entendemos el uno del otro son nuestras miradas, no sería justo ser infiel a la sinceridad. No quiero mentirte, pero a veces nuestras casualidades carecen de principio de casualidad.
No me preguntes por qué, pero hay personas desconocidas que sólo con mirarlas inspiran confianza. Te he prometido jugar limpio y te aseguro que las distancias son una puta mierda, sobre todo cuando sumas kilómetros entre tú y los que, con el tiempo, han aprendido a entenderte. Hay días, demasiados, en los que no me levanto ni con el pie derecho ni con el izquierdo. Simplemente me levanto y, con el alma entre los dedos, busco uno de esos desconocidos que me la pueda ir cosiendo. Aunque sea a petachos. A ti no te busco porque de momento prefiero que sigas siendo un poco invisible a los ojos. ¿Me sigues, no? Y a los otros, a los "sobreconocidos", que son los que se quedan pegados a la retina día sí y día que parece que no pero que termina siendo que también, que les den a gusto de consumidor. Que yo, como a estas alturas de la vida me queda mucho por aprender, me voy a dedicar a parpadear para ir quitándome los pegotes, que si soy capaz de hacerlo con el telescopic en las pestañas, no puede ser tan complicado.
Me dueles. Me dueles tú y me duelen las excusas. A veces me olvido de que lo mágico de la magia es que el truco también es invisible a los ojos. Y entonces te echo de menos. No lo entiendo, ¿cómo se puede echar de menos algo que nunca se ha tenido de más? Sigues haciendo magia... Bendita locura. Un día de éstos hago magia yo también y me dedico a ver un poco más allá.
Me dueles. Me dueles tú y me duelen las excusas. A veces me olvido de que lo mágico de la magia es que el truco también es invisible a los ojos. Y entonces te echo de menos. No lo entiendo, ¿cómo se puede echar de menos algo que nunca se ha tenido de más? Sigues haciendo magia... Bendita locura. Un día de éstos hago magia yo también y me dedico a ver un poco más allá.
"20,000 seconds since you left and I'm still counting... and 20,000 reasons to get up, get something done, but I'm still waiting..." K's Choice.