martes, 15 de septiembre de 2009

Me encanta estrenar calcetines

No es que haga gracia, pero ahora me río. A veces no conviene estar serios. A veces leo sobre este fondo negro y me descojono. Después de tanto tiempo, si sigo escribiendo es porque llegada la segunda década, sigo sin resistirme a estrenar calcetines. La gente no entiende que prefiera tener los pies calientes antes que otras partes del cuerpo. Es una cuestión de manías. Como lo es que me guste el invierno si la excusa del frío sirve para pegarme un poco más a ti. A mí es que las estaciones intermedias me agobian un poco, deberían inventar calcetines para otoño y primavera. Porque tú me dirás cómo voy a poder seducirte, si tengo los pies destemplados.


Me voy,
lo más lejos... a tu lado.