He hecho tostadas para desayunar. El sabor dulce de la mermelada para noches amargas como las de esta semana. No es tan raro, cuando te has acostumbrado a tomar el café sin azúcar. El sol sin tu labio superior. Las ganas de que me rocen tus pestañas mientras te sacudes las migas del jersey. Y a esas amantes locas también, en los bares de cada viernes. En los baños. Sabes que no deberías jugar entre faldas si estás queriendo a alguien. No es justo. Ni pintarme esos labios rojo pasión que me enloquecen las mañanas de los domingos.
"Tal vez no debí dejar que jugaras con mi falda... qué difícil es guardar la distancia adecuada..." Christina Rosenvinge