
A mí me gustaría decirte que no te necesito, que la próxima vez que nos veamos yo misma sacaré la tarjeta roja del bolsillo de las despedidas y que meteré en una pelota del tamaño del asteroide B 612 todos los fuera de juego que he ido sumando por acercarme más de lo pensado. Sólo eso. Los recuerdos creo que me los quedaría yo, porque a estas alturas del partido me recuerdan a ti más que tú. A mí me encantaría que fuéramos capaces de un último tiro penal. Sin barrera, sin distancias; y con la máxima seguridad de atravesar completamente la línea de meta. Y una vez ahí, entre los postes laterales de tu izquierda y de la mía, enredaría los latidos para no tener que volverlos a coser cada próximo verano. Te ganaría y punto. Punto pelota.
"¿Tienes un cigarro? ¿Qué me das a cambio? Se pide por favor... Yo te doy el mundo a largo plazo y a corto un trago de ron... Y entonces se rió" Luis Ramiro.