miércoles, 21 de mayo de 2008

Out of time

Bonito a los ojos. Mmm... sí. Definitivamente me alegras la vista. Ni te conozco ni quiero conocerte. Y te aseguro que ya has hecho por mí más de lo que han hecho personas a las que conozco más de lo que debería... No sé cómo te llamas ni si eres de aquí o de allá; estos últimos meses lo único imprescindible ha sido verte aparecer (casi) de sorpresa. Te lo escribo entre paréntesis porque ya que lo único que entendemos el uno del otro son nuestras miradas, no sería justo ser infiel a la sinceridad. No quiero mentirte, pero a veces nuestras casualidades carecen de principio de casualidad.
No me preguntes por qué, pero hay personas desconocidas que sólo con mirarlas inspiran confianza. Te he prometido jugar limpio y te aseguro que las distancias son una puta mierda, sobre todo cuando sumas kilómetros entre tú y los que, con el tiempo, han aprendido a entenderte. Hay días, demasiados, en los que no me levanto ni con el pie derecho ni con el izquierdo. Simplemente me levanto y, con el alma entre los dedos, busco uno de esos desconocidos que me la pueda ir cosiendo. Aunque sea a petachos. A ti no te busco porque de momento prefiero que sigas siendo un poco invisible a los ojos. ¿Me sigues, no? Y a los otros, a los "sobreconocidos", que son los que se quedan pegados a la retina día sí y día que parece que no pero que termina siendo que también, que les den a gusto de consumidor. Que yo, como a estas alturas de la vida me queda mucho por aprender, me voy a dedicar a parpadear para ir quitándome los pegotes, que si soy capaz de hacerlo con el telescopic en las pestañas, no puede ser tan complicado.
Me dueles. Me dueles tú y me duelen las excusas. A veces me olvido de que lo mágico de la magia es que el truco también es invisible a los ojos. Y entonces te echo de menos. No lo entiendo, ¿cómo se puede echar de menos algo que nunca se ha tenido de más? Sigues haciendo magia... Bendita locura. Un día de éstos hago magia yo también y me dedico a ver un poco más allá.

"20,000 seconds since you left and I'm still counting... and 20,000 reasons to get up, get something done, but I'm still waiting..." K's Choice.

martes, 13 de mayo de 2008

Principita

"Que yo, si quieres, te limpio el planeta de baobabs... no dejaré que nadie te haga daño..." Ana Vázquez.

Creo que me has domesticado. Te digo que lo creo porque me da miedo pensar si con todo el tiempo que gasto en ti salgo perdiendo o ganando, o si lo único a lo que aspiro contigo es a la indiferencia.
Supongo que sabrás que si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco. O un mucho. Ya sabes que a mí no tardan en aguárseme los ojos... Que prefiero salir a la calle con las razones medio en pelotas, pero empaparme yo sola las ideas. Mojarme por fuera y por dentro. Y cerrar los ojos; para verte, claro. Dejar que se me humedezcan las mejillas con tus gotas agridulces (porque a estas alturas son más tuyas que mías), hasta calarme las entrañas al recordarte por cualquier tontería. Como lo absurdo de taparnos con tu toalla de playa en medio del paseo y hacer que no nos veía nadie.
No debí haberte recordado en un momento dado y morirme de pena la mitad. Si ya lo sé. Lo jodido es que últimamente se me hace demasiado impredecible. Ni siquiera avisa una inyección de vacío en el pecho de que voy a desbordarme en cualquier momento. Me lleno el vacío de nada...
Tiene que ser por los lazos. Crear lazos transparentes entre tú y yo y esperar a que tires de alguno de ellos, es tensarme las ganas. Tenerlas justo ahí, pero ser incapaz de cogerlas. Es necesitarte, me di cuenta el otro día mientras me decían que lo esencial es invisible a los ojos. Supongo que fiarse de las apariencias es conformarse con ver las cosas a medias. Bellas pero vacías. Y yo, que sigo en el empeño de mirarte con las pupilas del corazón, quiero verlo todo. Y que tú también lo veas todo. Y nada más.

"Lo inevitable ha de suceder, aunque no se pueda entender... lo inevitable es haberte conocido, es querer verte... es vértigo estar contigo..." Lucía Jiménez.