martes, 29 de mayo de 2007

Acompañante de viaje

Me encanta este camino, aunque siéndote sincera hay veces que tan sólo me quedaría con esos momentos en los que me enseña su mejor sonrisa, y hoy ha sido uno de ellos. Por eso me he decidido a escribirte, porque me encantan aun más todos y cada uno de mis acompañantes. Sobre todo los que voy descubriendo de imprevisto, aquellos que se cuelan por algún resquicio que dejé a la vista. Hay quien viene de pasada, entra y sale de mi vida sin apenas darme cuenta yo misma. Pero yo sé que tú has venido para quedarte, para enseñarme que no importan los kilómetros ni las horas para saber que estarás aquí siempre que te necesite, para demostrarme que puedo marcar una sola tecla y escuchar tu voz como si te encontraras a mi lado, y es que en el fondo sé que lo estás. Siempre has estado ahí.
No me importa el tiempo que lleve conociéndote, que echando cuentas tan sólo ha cumplido poco más de un año. Un año que para mí ha tenido más de 365 días. Un año que ha bastado para hacerte un sitio aquí conmigo... Y sin embargo ha faltado para decirte lo mucho que te necesito, para arroparte con mi mejor abrazo cuando has echado en falta un abrigo; pero tú mejor que nadie sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras.

Lo más lejos...a tu lado.

"Vuelve la cuenta atrás te miro y lloro, y lloro... no soy de piedra y tú en cambio sí eres de oro. Da coraje saber que lo que ignoran del todo es que nuestra amistad se ha convertido en tesoro... Ahora empiezo a caminar, yo volveré a restar los días que me quedan para volverte a abrazar. Te vas, comienza la cuenta atrás." Ana Vázquez.

Lo mejor de todo la canción, "La cuenta atrás", y no recomiendo disco porque no está editado..todavía..vaya tela con los belgas;)

domingo, 20 de mayo de 2007

Te tengo a Ti

Con el permiso de una pedazo artista os dejo una foto que inmortaliza el momento kiwi! Ese que todos padecemos alguna que otra vez...

No he podido evitar quedarme pegada a la puerta de tu habitación escuchando el silbido de todos los pájaros que aletean por tu cabeza. Puedo contar con mis manos los años que llevo conociéndote, que sin embargo, son todos los que forman parte de tu vida, y aun así tu me has regalado cada uno de ellos. No voy a mentirte, no todos los cuentos tienen siempre un final feliz, y el nuestro no iba a ser menos. A veces se gana y otras se pierde, aunque yo contigo ya he ganado más de lo que había podido llegar a imaginar. Pero esa es la parte que más me gusta, cuando dejas a un lado nuestros insignificantes deslices y me sorprendes con tu abrazo más sincero. Aunque no lo creas, yo imploro en silencio tu regreso en todos y cada uno de esos momentos. Y es que tú mejor que nadie sabes lo que me supone a veces señalar la primera pisada. Supongo que de ahí mi facilidad para dejar atrás los malos momentos, momentos que es mejor emborronar y no tenerlos en cuenta, pero que mirándolos con otros ojos, son los culpables de que hayas acaparado un trocito de mi corazón, que siéndote sincera, a día de hoy no se siente pleno si tú le faltas.
Quizás no haya sido el mejor ejemplo a seguir como me han reprochado miles de veces, y sin embargo me prefieres tal y como soy, aceptando hasta esas partes que yo misma tacharía de mi. Quiero decirte que yo tampoco quisiera arrancar ni una pluma de esas que andan perdidas por ahí arriba, por eso cuando escuches todas las sandeces que te digo a veces, no me creas, pues te estaré mintiendo. A pesar de todo, sigues guardando una sonrisa para cualquier fallo, para hacerme ver que hay razones de mucho más peso que ni siquiera te brindan la oportunidad de levantarte, para enseñarme que me recogerás siempre que caiga. Y yo tan sólo trato de cuidarte, de hacerte un huequecito en ese instante de penumbra en el que a la par que tu ilusión se apague todo lo demás, porque entonces yo también me apagaré.

La verdad es que me recuerdas a alguien...alguien que creo conocer lo suficiente y que hace algún tiempo siguió tu mismo camino.

"He encontrado un refugio para ti en mis manos, he querido convertir estas palabras en canción. He jurado dar mi vida si te ocurre algo, he apostado mi corazón por tu ilusión." Vega.

sábado, 12 de mayo de 2007

Próxima Parada:



Entramos y ya escuchaba de fondo los acordes de la canción que nos sigue enseñando a girar sin dar la vuelta. Al principio pensé que estaría sonando el CD para ir entrando en ambiente, pero llegué al rinconcito donde nos había citado aquella tarde y no me lo creía. Tenía delante ensayando con su guitarra a esas dos manos que golpean con tanta sinceridad esas seis cuerdas. Mis ojos no daban crédito. Era la primera vez que veían tan de cerca a esa inconfundible Artista, y lo escribo con mayúsculas porque sí, porque aunque ella diga que aun está dando sus primeros pasos, para mi lo es de los pies a la cabeza.
Bajó del escenario y comenzaron los primeros acercamientos con el público. Me dije, esta es la mía. Sin pensármelo dos veces me presenté cortando de golpe a la parejita que seguramente me echó más de una mirada asesina. Al principio me chocó ese acento tan marcado, pero en seguida me di cuenta de que lo modificaba a sus anchas. Si es que esta chica vale pa’ to! Recordé que eran tres besos los que tenía que regalarle, y es que uno de ellos tenía diferente punto de partida…No pudo evitar esbozar una sonrisa al recordar a su niña de Málaga. Y allí nos dejó para tomarse un respiro, aunque más bien era su mono quien tiraba de ella para saciar ese vicio que le acompaña a todas horas. Y cuando digo a todas horas, no miento. Fue entrar de nuevo a nuestro rinconcito y ya sacaba otro malboro del paquete. Eso si, siempre acompañada de su botellita de agua confesándome que necesitaba un trago si no quería acabar deshidratándose.

Y pasaron los minutos más largos de toda la tarde, hasta que por fin les vimos las caras a sus otros dos acompañantes, si es que la pobre no sabe estar ni un ratito sola. Qué mejor compañía que la de esas cuatro manos que saben mejor que nadie como transmitirnos cada melodía. Pero la espera más ansiada de los últimos días, e incluso meses, no se quiso hacer más de rogar. Ahí estaba ella, con su guitarra en mano. No sé si sería porque allí todo me parecía perfecto, pero tenía delante a la guitarra más bonita que había visto en mi vida. Y noté como se me iba encogiendo el corazón mientras le escuchaba preguntarse…qué tengo yo? Más bien éramos nosotros los que la teníamos a ella, aunque sólo fuera por una hora. Nos confesó algunas de sus noches universitarias…y de borracheras…que excusó diciendo que todos las habíamos tenido alguna vez siendo Libres.
Si os soy sincera, no consigo acordarme a la perfección del orden del repertorio, pero sí de que lo siguió sin prisa. Porque el “dichoso programa” como ella lo calificó, le hizo dar la “pirula” demasiado rápido, y esas cosas no suelen tener un buen final.
Con la misma claridad en sus principios, demostró que no es muy buena idea hacerle daño a tu pareja, y menos cuando ésta escribe canciones por las que circulan experiencias propias. Ya se empezaba a sentir más cómoda, y qué mejor forma de demostrárnoslo que interpretando Eres como sólo ella sabe hacerlo. Con esas rascadas de cabeza que nos vuelven a todos locos, confesando que le encantaría que alguien le cantara lo que refleja ese temazo, que aunque no sea de cosecha propia, nos arranca la emoción quizá más que otro cualquiera.
Estábamos ya a mitad de concierto y yo me sentía como si acabáramos de empezar. Pero llegaba la parte por la cual se hacía llamar “acústico”, y se quedó sola ante el peligro recordándonos esos días de duda y desilusión que nos acompañaron tanto a ella como a nosotros hace un tiempo, y que le hicieron plantearse si estaría malgastando su vida en la clave de sol
Seguía erizándonos la piel con palabras en inglés que repetía una y otra vez, again and again…Fue entonces cuando se nos quedó a todos esa cara de incomprensión, de no entender como pueden ser capaces de dejar en el tintero una maravilla como esa.
Aunque no pudimos ser nuevos pioneros en escuchar una inédita, se permitió el privilegio de interpretar a una de sus grandes influencias como lo es Christina Rosenvinge, rodeada de pulgas que tenía delante y que también le llegábamos al corazón. Pero no podía dejar de lado a sus dos mosqueteros y volvieron para hacernos ver que no hacía falta discutir para que empezara a llover; y llovía, y llovía…sin dejar rastro de su habitación que tanto le gritábamos las pulguitas. La verdad es que a veces le pedimos lo imposible, pero no pudo compensarnos de mejor manera que con Y si sólo, que si en disco brilla por si sola, allí notabas como te daba un vuelco el corazón.
Se acercaba el final y la vida contigo, no sin antes agradecernos con un griiiito el haberte acompañado aquella tarde y tantas otras más. Gracias a ti por ser como eres, por regalarnos una sonrisa en cada esquina, por dejarte un presupuesto en púas y por esa cabecita que se acuerda de todos los nombres que van pasando por su vida…y gracias también a tus dos manos, derecha e izquierda, porque sin ellas tampoco sería lo mismo, por ser igual de cercanos y sencillos, y en especial a Domi por hacerme creer que tengo otra doble por ahí suelta, porque me hizo reír hasta no poder más. Hasta pronto...

jueves, 3 de mayo de 2007

Donde todo empieza

Anoche intenté escribirte, pero no me sentía con fuerzas. Y es que ayer fue uno de esos días que escribiría en la lista de los olvidos para que se borraran de mi memoria para siempre. Bajé del coche con la preparación necesaria para encontrarme con todo lo que no quería ver, oir, sentir... pero fue rozar el suelo con el pie derecho, porque para estas cosas todos nos ponemos un poco supersticiosos, y notar como un escalofrío recorría todo mi cuerpo. Mi melancolía me retenía vagamente intentando que no la abandonara; no podía permitir que me vieras a su lado. Pero mis ganas de abrazarte y decirte esas dos palabras que nunca han cambiado nada, crecían cada vez con más fuerza.
Notaba como a medida que pasaban los minutos me sentía más vulnerable. Intentaba no dejar que mis ojos derramaran una lágrima, una lágrima que en poco tiempo podía llegar a convertirse en un mar de desesperación que nunca encontraría su calma. Pero en seguida advertí que me acechaba un susurro que con sigilo se iba colando más y más dentro hasta llegar al centro de mi diana, esa que si te descuidas también llora a su manera. No fui capaz. Bastó una mirada perdida en los ojos más húmedos que los mios llevaban vistos esa tarde. Y empezó a llover...llovía por fuera y llovía por dentro, trayendo a mi memoria una de las letras más sinceras que he escuchado últimamente "las nubes se comprimen deshaciéndose en abrazos de agua..". Y te das cuenta de cómo cuando no son tus lágrimas las que te calan hasta los huesos, todo lo demás pierde importancia, y se inunda todo.
Me avergüenzo de no haber reunido el valor suficiente para mostrarte mi mayor escudo, el más fuerte, porque tú te lo merecías y yo me moría por poder cubrirte con él. Pero me avergüenza aun más que fueras tú quien me dedicara un puñado de palabras bonitas que me contaban la mentira más grande que jamás te había escuchado.
Tú sólo pensabas en un viaje...a donde fuera, pero lejos de aquí. Lejos de toda esta mentira que vivimos y que nos llena de vacío, de vacío cubierto de dolor y desengaño. Lejos de todos los recuerdos que te encogen el corazón hasta hacerlo un ovillo. Tú sólo querías pintar un nuevo camino que no se acabara difuminando en este gris, un camino donde tú dibujaras su sentido. Porque aquí ya nada lo tiene... Y yo en ese momento no era capaz de negarte nada, ni siquiera eso. Tan sólo te quería cuidar, abrazar... aunque no sirviera de nada. Decías que el tiempo lo haría por mi, pero me niego a arriesgarme, a arriesgarte. Promete que no tardarás.

"Y cuando me marche estará mi vida en la tierra en paz. Yo sólo quería despedirme darte un beso y verte una vez más. Promete que serás feliz, te ponías tan guapa al reir..y así, sólo así quiero recordarte...ahora te toca a ti, sólo a ti, seguir nuestro viaje." LOVG.

martes, 1 de mayo de 2007

A Ti

Ayer alguien me habló de días rojos, que no negros, rojos. Aunque más bien fui yo la que se empeñó en entender las historias que teclean, con esa sinceridad inconfundible, dos manos que ni siquiera sabrán de mi allanamiento de morada. Sin embargo, no escribiré hoy sobre su colección de días rojos. Días en los que se tiene miedo y no se sabe por qué. Sino que me dedicaré a los tuyos, esos que más que rojos son de un naranja oscuro, y que anoche me confesaste que te difuminaban las cuatro letras de un amor.

Me faltaban las palabras para hacerte sonreir. Para recordarte, aunque sólo fuera por un instante, todas las piedras que hemos ido apartando de ese camino que dices estar lleno de espinas, tú ya me entiendes. Y es que, aunque no lo creas, esos tropezones duelen más cuando se los da un amigo.
Yo repasaba en mi mente cada paso avanzado, cada desilusión que nos terminó haciendo más fuertes y que tú siempre te empeñas en excusar con eso a lo que la gente llama destino. Sinceramente, nunca le he tomado muy en serio. Es más, detesto su manera de planificarlo todo. Por eso me divierte jugarle malas pasadas y burlarme de él cuando cree que tiene la partida ganada. Es mejor así, porque escribimos nuestra propia historia, esa que al releer me hace pensar cómo no te has cansado de mi a estas alturas. Y es que yo tampoco me canso, porque sigo esperando como el primer día que vengas y me cuentes tus secretos más inconfesables, que al fin y al cabo, forman parte de tu colección de días rojos.

Me alegra saber que he cambiado el color de tu día, aunque sólo haya ido tirando de esa cuerda que sostenía con fuerza las palabras que no querían encontrarse con tu voz. Ahora te toca a ti, la sinceridad siempre te acaba ganando y esta vez no va a ser menos. Sé que por mucho que te diga vas a hacer lo que te de la gana, siempre lo has hecho. Pero me encanta no llegar nunca a conocerte del todo, así tengo el resto de mi vida para aprender un poco más de ti.
A ti...que te sienta tan bien el rojo.



Y gracias a ti también kakawete...porque una imagen vale más que mil palabras!!

"Que las nubes más que nada son trozos de alma en algodón de los que ya no están que dijeron adiós, que al vernos mal hoy su pena olvidarán rompiendo a llorar...Y llueve se mueve este avión, avanza, desangra y desgarra mi voz, me turba y me engaña, me encoge el dolor, hoy llueve, me duele y me alejo del sol, empiezo a creer que entre los dos se oculta un cielo temblando de amor, me acuerdo de ti, de ti, de ti...y llueve." Vega.
Esto último va para otra personita...ánimo! y del cariño ya nos encargamos nosotros...